Un ciclo de generosidad - Tailandia
Una historia de transformación y generosidad
Desde una injusta condena en prisión hasta unirse a un proyecto de traducción de la Biblia en su idioma, Tawan y Jum, una pareja de la comunidad de Lawa Oriental en Tailandia, han experimentado el impacto transformador de la generosa provisión de Dios en sus vidas. Junto con la Fundación Wycliffe de Tailandia y otras personas que participan en un proyecto de narración bíblica entre los Lawa orientales, Dios les ha utilizado para iniciar un ciclo de generosidad y compasión en su comunidad y en otros lugares.
El camino de Tawan hacia Cristo comenzó años antes, cuando se vio envuelto en una peligrosa situación relacionada con el tráfico de drogas. Acusado falsamente y condenado a 33 años de prisión, Tawan tuvo que soportar sufrimientos inimaginables. Sin embargo, su fe floreció incluso en los momentos más oscuros. Sus amigos, por correspondencia en el extranjero, dedicados al ministerio penitenciario, le mostraron el poder de la compasión y la abnegación. Al ver que una anciana se preocupaba por él desde lejos, Tawan se sintió profundamente conmovido y decidió aceptar el cristianismo.
En la cárcel, la nueva fe de Tawan echó raíces. Se convirtió en un faro de esperanza para sus compañeros, dirigiendo servicios religiosos y atendiendo a los condenados a cadena perpetua. El impacto positivo del cristianismo en los presos llamó la atención de los guardias. Le proporcionaron instrumentos musicales y recursos, lo que permitió que se celebraran servicios religiosos alegres y que los presos cristianos se reunieran juntos porque cantaban con entusiasmo.
Después de diecisiete años, Tawan fue inesperadamente liberado y se embarcó en una misión para encontrar a su esposa, Jum, que también había sido encarcelada. La transformación de Tawan de joven imprudente a esposo y padre consagrado inspiró a Jum a aceptar también el cristianismo. A pesar de las dificultades a las que se enfrentaron tras salir de prisión, su fe compartida y su nuevo propósito les permitieron reconstruir sus vidas juntos.
En la práctica de su fe, Tawan y Jum se enfrentaron a la resistencia de otros aldeanos con creencias animistas. Algunos incluso intentaron apoderarse de sus tierras, aprovechándose de las complejidades de la legislación inmobiliaria tailandesa. Sin embargo, la bondad inquebrantable, la generosidad y el comportamiento apacible de Tawan y Jum empezaron a cambiar los corazones. Su fiesta anual de Navidad sirvió de puente entre su fe y los aldeanos, acogiendo a cientos de personas de la comunidad.
La historia de Tawan y Jum demuestra que un ciclo de generosidad puede romper las circunstancias más oscuras. En la comunidad de Lawa Oriental, el ciclo de dar continúa. Los actos de bondad de Tawan y Jum influyeron en las vidas de sus vecinos, cambiando gradualmente las actitudes hacia el cristianismo. La conservación del idioma lawa y la esperanza de avivamiento entre los lawa contribuyen a esta transformación. Aunque los desafíos persisten, Tawan y Jum se mantienen firmes en su confianza en Dios.
Durante una celebración, Tawan se dirigió a los Lawa expresando gratitud y humildad. Contó cómo los actos de bondad y generosidad habían transformado sus vidas. Las palabras de Tawan renovaron el compromiso de vivir el ciclo de la generosidad. Circularon historias de vecinos que se ayudan unos a otros, extraños que tienden una mano amiga y la comunidad de Lawa Oriental que se une para apoyar a los necesitados. Han adoptado una cultura de generosidad, reconociendo que esta no se limita a las posesiones materiales. Dar tiempo, amor y compasión puede crear un efecto dominó, transformando vidas y fomentando la interrelación.
A medida que otros fueron testigos directos del impacto de la generosidad de los Lawa orientales, sus actos de bondad llegaron a las comunidades vecinas, inspirándolas a adoptar también el ciclo de dar. Un grupo de traductores de la Biblia de asociados de la Fundación Wycliffe de Tailandia decidió contribuir a las iniciativas de desarrollo de la comunidad Lawa. Ofrecieron apoyo para preservar el idioma lawa, proporcionar recursos educativos a los niños y promover la agricultura sostenible.
La historia de Tawan y Jum es un testimonio del poder salvador de la Palabra de Dios y del poder transformador de la generosidad. El ciclo de donaciones en la Comunidad de Lawa Oriental nos recuerda que los actos de generosidad pueden romper barreras, sanar heridas y crear cambios duraderos. Nos anima a mirar más allá de nosotros mismos y a adoptar una mentalidad de abundancia, en la que reconozcamos que cuando damos, no solo ayudamos a los demás, sino que también enriquecemos nuestras propias vidas.
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