Historias para alentar y fortalecer  Día Mundial de Oración de Wycliffe 2021

En el año 2002, dos empleados no kenianos se unieron a Alfabetización y Traducción de la Biblia (BTL por tus siglas en inglés). Como parte de su capacitación, les pidieron que visitaran uno de los proyectos de campo de BTL. Su llegada coincidió con un taller para pastores sobre el uso de las Escrituras que estaba a punto de tener lugar en Tot, condado de Marakwet. Hacía muy poco que la lengua Marakweta había adoptado un sistema de escritura. Estaban entrenando a los pastores para que pudieran leer Marakweta con fluidez y alentar el uso de las Escrituras en su idioma. El Sr. Cyrus Murage, Director de Programas Lingüísticos de BTL, acompañó a los dos nuevos empleados en este viaje. 

Camino a Marakwet. Foto: BTL

Salieron de Nairobi muy temprano en la mañana hacia Tot, un viaje de al menos nueve horas, a veces más debido al camino de tierra accidentado y al terreno difícil. Hicieron una parada en Eldoret para almorzar. El hermano menor del encargado del proyecto de traducción de Marakwet se reunió con ellos allí y viajaron juntos a Tot. A las 4:00 pm subieron una pendiente empinada. Y una hora más tarde ya estaban cerca de su destino. En este punto, notaron la presencia de algunos jóvenes con arcos y flechas. Uno de ellos tenía un arma. Cyrus le preguntó al joven que viajaba con ellos si había algún peligro más adelante.  

"Así es la vida aquí. Tienen que proteger sus animales", respondió el joven. 

El equipo continuó su viaje y llegó finalmente al centro de entrenamiento en Tot poco antes del anochecer. Vieron que los pastores estaban charlando en grupos.  

"Cuando llegamos, Kipsang, el encargado del proyecto de traducción de Marakwet, se alegró de vernos a pesar de que habíamos llegado tarde", dijo Cyrus. 

Los pastores les contaron a los tres hombres acerca de un inminente ataque por una comunidad vecina. 

"Esperábamos que llegaran antes", dijeron los pastores. "No hay nadie en este valle aparte de nosotros. La comunidad vecina envió un mensaje a la gente de Marakwet diciendo que atacarán la aldea esta noche, por lo que casi todos en Marakwet han abandonado el valle. Teníamos la esperanza de que llegaran antes para que pudieran viajar de regreso a Eldoret o escalar la montaña con nosotros. Los miembros del equipo de este centro se fueron y nosotros no quisimos irnos sin asegurarnos de que ustedes estarían bien". 

Los pastores le sugirieron a Cyrus que regresara a Eldoret o que subiera a la montaña para estar a salvo. Ninguna opción parecía segura.  

"No podíamos viajar de vuelta a Eldoret ya que el camino estaba en muy malas condiciones, no nos imaginábamos pasar por un segundo viaje difícil en la noche", indicó Cyrus. "Los jóvenes con arcos y flechas posiblemente seguían en el camino. Tampoco podíamos subir a la montaña porque ya estaba oscuro y los animales salvajes representaban un peligro”. 

Cyrus recordó que había una patrulla policial estacionada cerca. Le propuso al encargado del proyecto que condujeran hasta el campamento de la policía y les pidieran que los protegieran.  

Cuando llegaron, el personal de seguridad dijo: "¿Qué están haciendo aquí? Hay problemas. No podemos protegerlos. Solo quedamos dos aquí. Todos los demás se han ido".  

Luego les dijo: "Esos tipos por lo general comienzan por nosotros para así evitar que ayudemos a la comunidad. Vuelvan al centro de entrenamiento y no den ninguna señal de vida".  

Así que abandonaron el campamento policial y regresaron al centro de entrenamiento.  

"No podíamos llamar a Nairobi, no teníamos celulares entonces. No podíamos avisar a nadie sobre el peligro al que nos enfrentábamos", explicó Cyrus. "Caminamos de regreso al centro y acordamos seguir las instrucciones del oficial y, principalmente, orar".  

Cuando llegaron al centro, les mostraron dónde pasarían la noche. Antes de dormir, Kipsang salió a buscar algo para comer. Poco después, regresó con un tazón con frutas. Antes de que pudiera entregarle el tazón a Cyrus, el sonido ensordecedor de un disparo llenó el aire: ¡paaaam!  

"El tazón voló de mis manos", dijo Cyrus. "¡Cierren la puerta! ¡Métanse bajo la cama! ¡Rápido! clamó Kipsang mientras desaparecía en la oscuridad". 

"Empezamos a orar", dijo uno de los hombres. "Recuerdo que comencé a preparar mi corazón, a arrepentirme de todos mis pecados. No sabía qué tipo de muerte iba a enfrentar".  

Mientras oraban, la fatiga del largo viaje los venció y todos se quedaron dormidos. Se despertaron cuando alguien gritó: "¡Despierten! ¡Despierten!" Volvieron a esconderse bajo las camas pensando que los atacantes habían llegado. 

"¡Despierten! ¡Despierten! ¡Buenas noticias!" Era Kipsang. "Un mediador de la otra comunidad había llegado para informar a la gente de Marakwet que los atacantes no iban a aparecer después de todo", dijo. "Al parecer, los atacantes habían sacrificado una vaca y los ancianos habían 'leído' los intestinos de esta y se habían dado cuenta de que no podían ganar la guerra. Por lo tanto, no aparecieron esa noche. ¡Alabado sea Dios!”. 

Kipsang también informó a Cyrus y a los dos hombres que el disparo que habían escuchado la noche anterior fue disparado por la gente de Marakwet para dar aviso a la otra comunidad de que estaban listos para luchar.  

"Creo que Dios les impidió venir", dijo Cyrus. "Dios nos vio en el centro de entrenamiento y no permitió que nos hicieran daño. Salvó la vida del pueblo de Marakwet y la de su pueblo en el centro".

Después de ese susto, los visitantes esperaban que la reunión de entrenamiento fuera cancelada. Pero los determinados pastores de Markwet eligieron permanecer firmes y continuar con el seminario por cinco días más. Ciertamente, Dios protege a los miembros de su pueblo mientras sirven en su ministerio.

 

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11/2023 África

Cómo logró CABTAL traducir nueve Nuevos Testamentos en regiones devastadas por la violencia

En algunas partes de Camerún, el trabajo de traducción casi se detiene debido a una crisis sociopolítica que se ha cobrado la vida de 6000 personas desde el año 2017. Aun así, incluso mientras huían por sus vidas, los traductores continuaron redactando borradores de las Escrituras en sus idiomas. Isaac Genna Forchie, miembro del personal de CABTAL y nativo de la región de Bamenda al noroeste de Camerún, viajó a algunas de las zonas afectadas para recopilar historias de primera mano de los equipos de traducción. Jesse Ganglah «Estábamos grabando la historia de la Pascua en idioma lus cuando nos enteramos de que venían los soldados», recuerda Jesse Ganglah, facilitador de grupos que sirven en la Asociación Camerunesa de Traducción de la Biblia y Alfabetización (CABTAL, por sus siglas en inglés). «En ese momento, los soldados estaban furiosos y no se tomaban el tiempo de diferenciar a los separatistas de los civiles, así que todos huían de la aldea». «Todos corrían el riesgo de que les dispararan. La gente huía por el monte hacia Nigeria con sus colchones o colchonetas y demás pertenencias y con sus niños. Aunque se olvidaron la computadora, un valiente traductor se enfrentó al peligro de volver a buscarla». Esta es una de varias historias sobre cómo los traductores bíblicos del noroeste y el sudoeste de Camerún, regiones de habla inglesa, han estado lidiando con una crisis sociopolítica violenta que casi detiene el trabajo de traducción. Aun así, contra todo pronóstico, en los últimos dos años completaron nueve Nuevos Testamentos. Sobre la violencia Estos disturbios civiles comenzaron cuando abogados y docentes anglófonos dejaron de trabajar en octubre de 2016 a modo de protesta por el «intento deliberado» del gobierno central de eliminar dos de sus valores fundamentales: el derecho consuetudinario y el subsistema de educación anglosajón. El gobierno respondió con una feroz represión contra la disidencia, que dio como resultado un aumento de las tensiones y nuevos enfrentamientos a medida que surgía un movimiento separatista. La situación empeoró hasta convertirse en un conflicto armado que todavía perdura y que se ha cobrado las vidas de 6000 personas y ha desplazado a más de 765 000, de las cuales 700 00 eran refugiados en el vecino país de Nigeria y entre los que se encontraban los traductores que huyeron con sus computadoras. Algunos incluso volvieron a ser amenazados por Boko Haram. El proyecto en ngwo, uno de los idiomas que se hablan al noroeste de Camerún, fue uno de los que se las vio cara con cara a la crisis. «Como no terminamos nuestra tarea en 2017, decidimos llevarnos las computadoras a nuestras casas», rememora Siphra Nde. Esa resultó ser la razón por la cual sus computadoras se salvaron. «Cuando nos fuimos, prendieron fuego toda la plaza del mercado, incluida la oficina del proyecto». «Ese fue el último día que utilizamos la oficina», recuerda. Si bien otras personas podían huir hacia tierras remotas en búsqueda de seguridad, para Nde, con 54 años, niños y padres ancianos, era más difícil. Aun así, al día siguiente, caminaron por el monte hasta un lugar cercano a la capital regional, Bamenda. «Le suplicamos a CABTAL y nos enviaron un automóvil para ir a Bamenda y estar seguros», afirma Nde.  «Caminamos por más de 10 horas. Tras llegar a Bamenda, conmocionados, debimos enfrentar otro desafío: conseguir un lugar para dormir». La prima de Nde la hospedó a ella, a sus hijos y a sus padres por dos semanas hasta que Nde pudo alquilar una pequeña habitación donde vivieron varios años. Siphra Nde Trabajar en medio de disparos A punta de pistola, otros como Protus Effange tuvieron que demostrar que solo eran traductores de la Biblia y no espías. «¿Estás seguro de que estás haciendo la obra de Dios?», le preguntó el hombre armado al traductor de bakwere. «El barrio de nuestra oficina cerca de Muea se convirtió en un campo de batalla para separatistas y soldados», recuerda Effange. Casi se les pone fin a las actividades de alfabetización e interacción con las Escrituras. «Recuerdo una vez que estábamos en un taller ―relata Effange―. Nos habíamos reunido y habíamos orado. Cuando estábamos por comenzar, oímos disparos ensordecedores que nos hicieron dispersar». Protus Effange  Privados de la Palabra de Dios La traducción de la Biblia es una tarea compleja y desafiante que requiere dedicación, pericia y colaboración. Por tanto, las crisis de este tipo en todo el mundo suponen una gran amenaza. Los proyectos son retrasados o deben ser cancelados o suspendidos debido a la violencia, los desplazamientos, la inseguridad, la falta de recursos y la demora en las comunicaciones, por lo que millones de personas se han visto privadas de acceder a la Palabra de Dios en su propio idioma. En 2020, se suspendieron unos 30 proyectos de traducción en el país vecino de Nigeria a causa del terrorismo. Por otro lado, la guerra entre Ucrania y Rusia continúa planteando un gran peligro para la traducción de la Biblia en las antiguas naciones soviéticas.  Los desafíos nuevos producen innovación En Camerún, desafíos similares causaron el mismo efecto. Sin embargo, esto impulsó a CABTAL a pensar en algo más allá de lo común. «Antes de la crisis, los traductores podían viajar libremente entre las comunidades para realizar borradores de las Escrituras sin miedo, los alfabetizadores se desplazaban con facilidad y los consultores podían visitar las comunidades. Hasta que, de repente, todo cambió», recuerda Emmanuel Keyeh, director general de CABTAL. «Se ha vuelto difícil incluso que la gente pueda reunirse en un mismo lugar». Si bien esto ha provocado incertidumbre, no sucedió lo peor que podría haber sucedido gracias a que CABTAL ayudó a los traductores que huyeron con sus computadoras y borradores hacia zonas más seguras y a la vecina Nigeria. «Los llevamos a lugares a los que podían acceder los consultores de traducción», dijo Keyeh.   Acceder a las necesidades básicas se volvió un desafío. «CABTAL nos dio algunas bolsas de arroz y algo de dinero para nuestros gastos», recuerda Siphra Nde, quien, de esta manera, pudo continuar realizando el borrador del Nuevo Testamento en ngwo. Las actividades de alfabetización se salieron de lo tradicional y adoptaron una nueva forma. «Animamos a las comunidades a involucrarse con la alfabetización urbana y digital», dijo Keyeh. Cuando cerraron las escuelas, los maestros alfabetizadores que enseñan en ngwo siguieron a los estudiantes a las iglesias y a sus escondites, donde se siguió enseñando y ellos siguieron aprendiendo. Dr Emmanuel Keyeh Lufang Frutos que traen esperanza Al igual que los equipos de ngwo y bakwere, los de los idiomas mankon, ngie, moghamo, essimbi, mmen, esu y weh vivieron experiencias únicas. No obstante, su gran esperanza está en el recién terminado Nuevo Testamento en estas lenguas, que ha sido compuesto y enviado a imprenta. En este momento, las comunidades están recaudando fondos y movilizándose para su dedicación. El año pasado, antes de fallecer, su venerado líder tradicional mankon, Fon Angwafo III, recibió con alegría la copia de los traductores. «La presentó a los pastores y nos asignó un terreno para que construyamos un centro de alfabetización donde también podamos traducir el Antiguo Testamento», dijo Magerate Ndenge, una traductora de mankon. El equipo de bakwere espera que la traducción tenga un gran impacto. Uno de los traductores recuerda cuando visitaron a un anciano custodio de su lengua. «A pesar de que estaba enfermo, queríamos que escuchara una porción de las Escrituras que tradujimos para confirmarnos si sonaba natural», dijo Protus Effange. El custodio invitó a todos sus hijos y nietos a la sesión. «Mientras leía, vi que le caían lágrimas de los ojos. Me detuve y le pregunté si sus dolores estaban empeorando. Y él me respondió: “Estás leyendo directamente a mi corazón”». Este hombre, que no podía mantenerse erguido, de repente se puso de pie y caminó hacia los traductores para despedirlos cuando regresaban. Effange espera con ansias la manera en que el Nuevo Testamento completo impactará a su comunidad. Habían establecido una fecha para la dedicación, pero la pospusieron porque su Nuevo Testamento no llegó cuando lo esperaban inicialmente. «Nos parece raro que, incluso en medio de esta situación sociopolítica, la productividad haya aumentado», explicó Keyeh, el director general de CABTAL. Añadió que la innovación le ha dado a la gente de la diáspora la oportunidad de aprender a leer y escribir en sus idiomas, ya sea de manera virtual o en persona. «Si bien han surgido desafíos, los ajustes nos han permitido ver resultados bastante formidables de lo que Dios está haciendo en estas comunidades». El equipo de mfumte continúa con la traducción de su Nuevo Testamento en este espacio que les donó amablemente una iglesia de la aldea vecina de Magba. ••• Descripciones de las fotos: (Créditos de las fotos: Isaac Genna Forchie) Las organizaciones de la Alianza pueden descargar las imágenes de este artículo.


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