Herramientas de IA para el aprendizaje de la Biblia 

Imagínense una herramienta de aprendizaje sobre las Escrituras que pudiera responder rápidamente a cualquier pregunta bíblica con precisión, en muchos idiomas, y además, facilitara recursos.

El GPT (Transformador preentrenado generativo) trabaja con grandes bases de datos de información para generar palabras, imágenes, códigos y mucho más en respuesta a las peticiones introducidas por el usuario. Los programas GPT de conocimientos generales son capaces de responder a preguntas sobre la Biblia basándose en la información que se les han suministrado desde Internet. Actualmente, se están desarrollando GPT específicos para el conocimiento de la Biblia.

Sin embargo, con esto surgen algunas interrogantes: ¿Y si el usuario hace una mala pregunta? (¿Qué dice el libro del Levítico sobre la IA?) ¿O qué pasa si es una buena pregunta, pero el GPT ha recibido datos que tienen graves errores teológicos?

Adam Graber

Adam Graber, consultor en teología digital y copresentador del pódcast Device & Virtue se planteó estas interrogantes durante la reciente Cumbre. Primero, parafraseo a Nicholas Thomas Wright al afirmar que el propósito del estudio de la Biblia es el de conectar con Dios y que su Palabra impregne todo nuestro ser, para estar internamente preparados para la misión que tiene la iglesia con el mundo.

Igualmente, agregó que si se diseñan y utilizan bien, los GPT bíblicos, estos pueden desempeñar un papel importante en ese proceso siempre y cuando no se utilicen de forma equivocada.

“Dios habla primero. No el internet, ni nosotros tampoco”, acotó Graber. “Nuestro trabajo es alimentarnos de la Palabra de Dios y usar ese alimento como energía para llevar a cabo la misión”.

“Como un ejemplo”, dijo, “un usuario de Bible GPT podría preguntar: ‘¿Qué preguntas o problemas me plantea este pasaje en Juan 5?'”.

“La idea es que estos programas nos mantengan en una posición de compromiso con la Biblia y no de sustitución de la Biblia”, dijo Graber. “Hay que mantener al GPT en el papel de complemento y no de sustituto”.

“Los diseñadores tendrán que diseñar para ese tipo de práctica”, dijo.

“Considero que tenemos que adaptar nuestros programas a los objetivos del compromiso bíblico. Los GPT bíblicos no estarán a la altura de las intenciones de los diseñadores y cederán a los hábitos de los usuarios. Como diseñadores, debemos preguntarnos si el sistema opta por defecto, por el compromiso bíblico o por el compromiso GPT. Otras preguntas que debemos hacernos son: ¿El programa fomenta conexiones y reflexiones con Dios? ¿Facilitan a los usuarios amar a Dios y alimentarse con su Palabra? ¿Cómo nos mantenemos alineados con ese propósito de conectar con Dios, ser transformados por esa interacción y ser capacitados para la misión?”.

Se trata de mucho más que la super versión de la IA de buscar en Google respuestas a preguntas bíblicas; una práctica que Graber cree que puede inhibir el crecimiento espiritual. El conocimiento de la Biblia tiene valor, pero el conocimiento por sí solo no necesariamente une a las personas con Dios.

“Esto está fallando en permitirnos digerir las Escrituras, conectar con Dios, ser transformados por esa interacción y ser preparados para la misión”, dijo.

¿Qué se ha añadido y qué se ha dejado por fuera?

Algunas de las preguntas clave a las que se enfrentan los diseñadores de las GPT bíblicas son: ¿qué escritos de recursos bíblicos se incluyen en la base de datos? ¿Qué recursos se dejan por fuera y por qué? ¿Cómo se tendrán en cuenta las diferencias confesionales? ¿Cómo se asegurarán de que se incluyen diversas voces cristianas provenientes de diferentes culturas?

“Tendrá más visibilidad el programa que cuente con el mayor contenido en su base de datos”, afirma Graber. “Los metodistas prolíficos van a tener más visibilidad que los menonitas tranquilos. Las tradiciones más ruidosas son las que atraen a más personas hacia su dirección, convirtiéndose así en las más populares”.

El discurso de Graber no se centró tanto en buscar soluciones específicas, sino en animar a los desarrolladores de inteligencias artificiales a pensar proactivamente sobre ellas, porque de lo contrario, la iglesia podría sufrir las consecuencias.

“No obstante, si somos claros y cuidadosos a la hora de diseñar los GPT bíblicos, creo que las oportunidades potenciales pueden ser increíbles”, afirmó. “Asimismo, creo que los GPT bíblicos, que sean mejor diseñados, serán los que animarán y les permitirán a los cristianos conectar con Dios para transformarlos y prepararlos para la misión”.

Historia: Jim Killam, Alianza Global Wycliffe

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